La solidaridad se activa cuando más se necesita. Mientras el cierre del gobierno federal mantiene en suspenso los beneficios del programa SNAP, cientos de organizaciones en Miami-Dade y el sur de Florida refuerzan sus operaciones para asegurar que ninguna familia quede sin alimento.
Más de tres millones de floridanos dependen de este programa federal, y al menos 215 mil hogares en Miami-Dade podrían perder temporalmente sus beneficios. Entre ellos, tres de cada cinco incluyen a adultos mayores. Sin una respuesta inmediata del gobierno estatal, centros comunitarios, iglesias y bancos de alimentos han tomado la iniciativa para cubrir el vacío.
Organizaciones locales amplían su ayuda alimentaria
La Good News Food Pantry en North Miami distribuye comidas gratuitas dos veces por semana, mientras que Grove Outreach, en Coconut Grove, ofrece alimentos los sábados por la mañana con el apoyo de voluntarios y donaciones locales. En Liberty City, Curley’s House Food Bank atiende a más de cinco mil familias cada año, ampliando horarios y recursos ante la emergencia.
Por otro lado, la JCS Kosher Food Bank, única en su tipo en el condado, continúa abasteciendo a familias que requieren alimentos kosher, entre ellas sobrevivientes del Holocausto y niños en situación vulnerable. Del mismo modo, Matthew 25 Food Pantry, operado por Catholic Charities, mantiene su servicio los sábados para más de dos mil familias mensuales.
Comunidades resilientes frente a la crisis
En Overtown, la granja comunitaria Dunn’s Overtown Farms mantiene su “Freedom Fridge Pantry” abierta las 24 horas, sin requisitos ni preguntas. Mientras tanto, The Freedom Lab Miami, en colaboración con The Smile Trust, distribuye alimentos calientes y víveres desde el 3 de noviembre.
Cada punto de ayuda refleja una misma convicción: la fuerza de las comunidades supera cualquier cierre político. En momentos de incertidumbre, el sur de Florida demuestra que la cooperación y el compromiso social pueden garantizar lo esencial: un plato en la mesa.






