Miami conquista también desde la parrilla. En una ciudad donde la cultura culinaria mezcla raíces latinas, elegancia cosmopolita y pasión por la excelencia, los steakhouses de Miami se han convertido en templos del sabor. Cada restaurante transforma un simple corte en una experiencia, combinando técnica, fuego y creatividad.
Bourbon Steak, en Aventura, eleva el ritual del asado a un nivel de arte. Cada pieza se pocha en mantequilla con hierbas antes de pasar al fuego de leña, lo que garantiza una textura tierna y un aroma inconfundible. Su carta de vinos con más de 800 etiquetas complementa a la perfección cada bocado. En Coral Gables, Christy’s mantiene viva la esencia del steakhouse clásico. Desde 1978, su ambiente elegante y su imponente tomahawk de 32 onzas recuerdan que la tradición también puede ser sofisticada.
En el Design District, Cote Miami fusiona la parrilla coreana con la precisión estadounidense. Los comensales observan cómo los chefs cocinan cortes de wagyu frente a ellos, sazonados con tres tipos de sal que potencian cada fibra del sabor. El resultado es una experiencia moderna y teatral.
El sabor local que conquista el mundo
En Coral Gables, Graziano’s honra la autenticidad argentina con cortes de res alimentada en las pampas, libres de hormonas y ricos en sabor natural. Su filosofía se basa en la pureza: carne, fuego y tiempo. En South Beach, Prime 112 redefine el lujo culinario. Cada comensal puede personalizar su plato con trufa, foie gras o queso azul, una muestra de cómo el exceso se vuelve arte cuando se hace con maestría.
Miami no solo sirve cortes premium; crea momentos. Cada steakhouse narra la historia de una ciudad que cocina con carácter, ambición y una pasión encendida por la perfección.






