En Estados Unidos, pocas zonas simbolizan el lujo como Palm Beach, un enclave donde las residencias no solo ofrecen vistas privilegiadas del Atlántico, sino también historias ligadas a figuras influyentes. En ese escenario surge una de las propiedades más llamativas del momento, un complejo frente al mar que vuelve a captar la atención del mercado inmobiliario de Florida.
El inmueble, ubicado en North Ocean Boulevard, formó parte del patrimonio de Aldo Gucci, hijo del fundador de la casa de moda italiana. Con su estilo mediterráneo y su entorno natural intacto, la residencia se ha convertido en una referencia del alto perfil que define a Palm Beach. Además, la operación se presenta como una señal del dinamismo que mantiene este mercado incluso en ciclos de precios elevados.
Una joya arquitectónica en Palm Beach
La propiedad abarca cuatro acres y ofrece acceso directo a 230 pies lineales frente al océano. El diseño actual responde a la visión de la familia de Frank y Maureen Wilkens, quienes adquirieron el terreno en 2002 y concluyeron la construcción en 2005. También integraron acabados artesanales, techos artesonados, pisos de madera y una distribución que prioriza la amplitud y la luminosidad de cada espacio.
El complejo incluye ocho habitaciones, nueve baños y medio, un garaje para seis vehículos, áreas exteriores rodeadas de vegetación y una casa de diseño adicional con dos dormitorios. También incorpora balcones, un patio en la azotea y múltiples puertas francesas que enmarcan vistas directas al mar. En consecuencia, el conjunto refleja el tipo de residencias que consolidan a Palm Beach como un imán para compradores globales de alto poder adquisitivo.
El listado, a cargo del agente Christian Angle, destaca en un mercado donde las propiedades icónicas actúan como barómetro del interés internacional. Y mientras los precios premium alcanzan nuevas marcas, esta oferta confirma que la demanda por exclusividad continúa firme dentro de los corredores inmobiliarios del sur de Florida.
En 2002, el terreno se cotizó en 13.9 millones de dólares, una cifra que hoy contrasta con la magnitud de su nueva valoración.






