El avance del Tren Interoceánico, uno de los proyectos logísticos más ambiciosos de México, enfrentó un golpe crítico tras un descarrilamiento ocurrido en Oaxaca. El accidente expuso riesgos operativos en una infraestructura clave para el desarrollo del Istmo de Tehuantepec y activó una respuesta inmediata de autoridades federales y estatales.
El hecho ocurrió en territorio mexicano y colocó al Tren Interoceánico en el centro del debate público. Además de la atención médica urgente, el gobierno federal concentró esfuerzos en esclarecer las causas y reforzar la seguridad ferroviaria en una región estratégica para el comercio nacional.
Tren Interoceánico y el alcance del accidente
El descarrilamiento se registró en la Línea Z, en el tramo entre Nizanda y Chivela, en el estado de Oaxaca. El tren cubría la ruta Salina Cruz Coatzacoalcos con aproximadamente 250 pasajeros a bordo. Asimismo, las autoridades confirmaron que la locomotora salió de la vía, provocando que los primeros vagones cayeran sobre un talud de más de seis metros.
La Secretaría de Marina desplegó un amplio operativo de rescate. También movilizó ambulancias aéreas y terrestres, personal médico, bomberos y elementos de la Cruz Roja. En consecuencia, los equipos de emergencia atendieron a más de cien personas en hospitales regionales y en el sitio del siniestro.
Atención a víctimas e investigación federal
Las autoridades mexicanas confirmaron trece personas fallecidas y decenas de heridos bajo observación médica. Del mismo modo, el Instituto Mexicano del Seguro Social garantizó seguimiento clínico permanente a los pacientes hospitalizados en Oaxaca y zonas cercanas.
La Fiscalía General de la República inició una investigación conjunta con autoridades estatales y ferroviarias. Por otro lado, los peritos analizan la caja negra del Tren Interoceánico para revisar velocidad, frenos y conducción.
El Tren Interoceánico fue inaugurado en 2023 como parte del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, una iniciativa que integra puertos, trenes y polos industriales. Actualmente, el proyecto contempla el traslado anual de millones de toneladas de carga entre océanos, un objetivo que ahora enfrenta un examen riguroso de seguridad.