En una ciudad tan vibrante como Miami, donde la innovación convive con el espíritu latino, las decisiones que desafían lo establecido generan eco a nivel global. El alcalde Francis Suárez acaba de encender una conversación sobre criptomonedas tras revelar que su salario en bitcoin le generó una ganancia del 300% en pocos meses.
La cifra, aunque contundente, es solo el punto de partida. Desde 2021, Suárez apostó por convertir su sueldo a bitcoin como una declaración pública de confianza en la descentralización financiera. Ahora, con el reciente repunte del mercado, esa apuesta lo posiciona como uno de los primeros funcionarios en el mundo en obtener rendimientos directos a través de criptoactivos.
Este hecho ocurre en un contexto donde Miami se consolida como un hub financiero en constante transformación. La ciudad ha sabido atraer a empresas tecnológicas, fondos de inversión y startups, muchas de ellas impulsadas por emprendedores hispanos que ven en el ecosistema local una plataforma de crecimiento.
Miami y la cultura cripto: una alianza en expansión
El movimiento de Suárez resuena especialmente entre la comunidad hispana, que en muchas ocasiones ha visto en las criptomonedas una vía de independencia económica frente a sistemas bancarios restrictivos. En barrios como Wynwood o Brickell, no es raro encontrar cafés que aceptan pagos en criptos y coworkings que alojan proyectos blockchain liderados por jóvenes latinos.
Además, la revalorización del bitcoin, que en octubre superó los 45 mil dólares, fortalece la narrativa de quienes promueven una economía digital más accesible y global. Suárez no solo duplicó su inversión: puso a la vista un modelo alternativo de gestión pública con visión tecnológica.
