Una empresa privada de Boca Raton quedó en el centro de la atención tras conocerse que habría operado un vuelo de deportación hacia África a comienzos de octubre. Documentos de aviación señalan que Journey Aviation, una firma de vuelos chárter con sede en el sur de Florida, utilizó un jet Gulfstream IV para trasladar a diez migrantes a Esuatini, una pequeña nación del sur del continente africano.
El vuelo, realizado el 6 de octubre, forma parte de una serie de deportaciones a terceros países impulsadas por el gobierno de Donald Trump, bajo la estrategia de enviar a detenidos de ICE a naciones distintas a sus lugares de origen. Esta modalidad ha generado un fuerte debate por su carácter humanitario y su costo operativo.
Journey Aviation, Boca Raton y su vínculo con el sector inmobiliario del sur de Florida
Registros oficiales muestran que la aeronave utilizada pertenece a una empresa vinculada al desarrollador inmobiliario Michael Dezer, fundador de Dezer Development, con sede en Sunny Isles Beach. El empresario ha colaborado con el expresidente Trump en la construcción de varios proyectos en Florida, incluidos edificios que llevan su nombre. También figura como desarrollador de la Porsche Design Tower y del futuro complejo Bentley Residences, programado para completarse en 2027.
Durante la primera administración de Trump, Journey Aviation operó más de 50 vuelos de deportación a países como Nepal, Irak y Mauritania, generando ganancias estimadas en millones de dólares. Datos de ICE revelan que cada vuelo costó cerca de 280 mil dólares, lo que equivale a un promedio de 35 mil por persona deportada.
El caso más reciente incluyó detenidos procedentes de Camboya, Chad, Cuba, Filipinas y Vietnam. Algunos abogados han denunciado la falta de acceso legal de los deportados y cuestionan la transparencia del proceso. Mientras tanto, el Departamento de Seguridad Nacional sostiene que todos los implicados habían cumplido condenas por delitos graves.






