Las historias que construyen a Miami no siempre se escriben con letras de éxito. A veces, se escriben con el peso de los escombros, cuando un muro de contención colapsó durante labores de demolición en Coconut Grove. Carlos Enrique Ávila, un trabajador cubano, murió aplastado por la estructura mientras cumplía su tercer día en la obra.
La tragedia sucedió en una zona de alto perfil, South Bayshore Drive, conocida por sus proyectos residenciales de lujo. Ávila formaba parte de un equipo de construcción que realizaba tareas de demolición. Otros tres trabajadores escaparon con vida. La Policía de Miami y la OSHA investigan si hubo negligencia o fallas estructurales en el proceso.
Trabajador cubano y los riesgos invisibles del crecimiento urbano
Este caso vuelve a poner en la mira las condiciones de miles de obreros inmigrantes que, como Ávila, impulsan el desarrollo de la ciudad con su esfuerzo diario. En Florida, más del 60% de la fuerza laboral en construcción es hispana, y muchos de estos trabajadores no cuentan con garantías suficientes en materia de seguridad.
Además, el ritmo acelerado del desarrollo urbano en el sur de Florida suele dejar fuera de la ecuación la protección de quienes lo hacen posible. Las cifras más recientes indican que, desde agosto de 2025, se han registrado al menos 35 incidentes similares en el condado.
La comunidad cubana ha respondido con solidaridad. Diversas organizaciones han iniciado gestiones para repatriar el cuerpo de Ávila a su familia en Cuba, mientras se refuerzan los llamados a revisar protocolos de seguridad en obras privadas.
El sector de la construcción en Florida cerró el último trimestre con un aumento del 6.4% en actividad, según datos del Departamento de Trabajo estatal.
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