El Estado de México enfrenta un desafío sin precedentes debido a lluvias que superan en 82% el promedio histórico, provocando afectaciones a más de 21.000 familias. La capital también reporta daños en más de 3.500 viviendas, con zonas críticas como Iztapalapa y Nezahualcóyotl.
Autoridades locales y federales han anunciado inversiones superiores a 100 millones de pesos para asistencia directa a los hogares, con énfasis en reforzar infraestructura y prevenir futuros desastres. Estas medidas incluyen más de 50 obras estratégicas enfocadas en la seguridad urbana y la resiliencia de los sistemas de drenaje.
Impacto y respuesta ante las lluvias
Las precipitaciones atípicas han causado hundimientos diferenciales en varias colonias, aumentando la vulnerabilidad de barrios históricamente afectados. Además, se reportan daños colaterales en transporte público y vías principales, complicando la movilidad urbana. Del mismo modo, los gobiernos regionales impulsan programas de rehabilitación y limpieza de ríos y drenajes para disminuir riesgos inmediatos.
El enfoque actual no solo busca atender la emergencia, sino fomentar soluciones sostenibles mediante obras integrales y planeación urbana moderna. Si este artículo te está gustando, podrías leer: cómo la innovación urbana transforma la resiliencia ante desastres naturales.
Actualmente, se estima que más de 13 personas permanecen hospitalizadas tras incidentes relacionados con las lluvias, y la fiscalía continúa con las investigaciones para prevenir accidentes similares. Estas cifras subrayan la urgencia de coordinar esfuerzos entre autoridades y comunidades, consolidando una cultura de prevención y respuesta rápida ante fenómenos climáticos extremos.
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