El sur de Florida enfrenta una nueva ola de cancelaciones aéreas tras el anuncio de la Administración Federal de Aviación (FAA), que reducirá el tráfico en los aeropuertos de Miami (MIA) y Fort Lauderdale (FLL). La medida forma parte de un recorte nacional que afectará a 40 aeropuertos con alto volumen de operaciones debido a la escasez de personal provocada por el cierre parcial del gobierno federal.
La reducción iniciará con un recorte del 4 % en los vuelos el viernes y aumentará hasta un 10 % la próxima semana. El administrador de la FAA, Bryan Bedford, explicó que el objetivo es aliviar la carga de los controladores aéreos, quienes trabajan con plantillas incompletas por el paro gubernamental.
El impacto por cancelaciones en Miami y Fort Lauderdale
Los aeropuertos del sur de Florida, puntos clave para la conexión entre Estados Unidos, Latinoamérica y el Caribe, verán afectadas tanto operaciones nacionales como internacionales. Las autoridades anticipan retrasos, cancelaciones y ajustes en horarios durante los próximos días, especialmente en vuelos de alta demanda.
Bedford aseguró que la agencia prioriza la seguridad y actúa de forma preventiva. “No vamos a esperar a que surja un problema de seguridad cuando los indicadores muestran presión en el sistema”, afirmó durante una conferencia de prensa.
Por su parte, el secretario de Transporte, Sean Duffy, reconoció que la falta de personal responde a una situación humana y económica. “Algunos controladores no están asistiendo a trabajar porque enfrentan dificultades financieras”, declaró en entrevista.
La FAA no descarta implementar recortes adicionales si la escasez de personal continúa. La situación mantiene en alerta a aerolíneas, turistas y empresas del sector, ante un escenario que podría extenderse si el cierre gubernamental se prolonga.






