Ilustración editorial sobre uso del reconocimiento facial en la policía de Florida
Privacidad en riesgo por reconocimiento facial

Privacidad en riesgo por reconocimiento facial

La seguridad pública en Florida enfrenta un nuevo dilema. A medida que agencias policiales adoptan tecnologías avanzadas de reconocimiento facial, crecen las voces que advierten sobre su uso sin supervisión judicial. En el centro de este debate está Clearview AI, una empresa privada que ha recopilado más de 30 mil millones de imágenes sin consentimiento y trabaja con al menos 13 agencias locales en Florida, incluyendo departamentos clave en Miami-Dade y Broward.

Este tipo de sistemas permiten identificar personas en segundos a partir de simples fotografías, incluso en casos de vigilancia sin orden judicial. La preocupación principal no es solo el poder técnico, sino la falta de transparencia y regulación. Las agencias locales no están obligadas a divulgar sus proveedores ni los resultados de estas búsquedas. En ciudades como Miami, donde confluyen diversas culturas y una comunidad latina vibrante y emprendedora, el impacto de esta vigilancia puede sentirse de forma desigual.

¿Quién vigila al vigilante?

Mientras algunos defensores argumentan que estas herramientas ayudan a resolver delitos complejos, otros alertan sobre posibles errores y sesgos raciales. En un estado que busca posicionarse como líder en innovación y tecnología, la pregunta clave es si el avance técnico va acompañado del debido control ético y legal.

El fiscal general de Florida ha afirmado que Clearview AI no opera con fines comerciales en el estado. Sin embargo, investigaciones recientes de la Universidad de Georgetown advierten que su uso masivo podría derivar en un sistema de vigilancia sin precedentes. En un mundo donde la privacidad se redefine constantemente, Miami y el resto de Florida están en la mira.

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