En Miami no solo se escribe el futuro de la tecnología y los negocios, también se reescriben las reglas del deporte. Lionel Messi, ícono global del fútbol y actual jugador del Inter Miami, alcanzó un nuevo hito al convertirse en el primer jugador de la MLS en recibir el Balón de Oro durante su estancia en la liga. Su logro va más allá de lo deportivo: es una señal clara del ascenso de Miami como epicentro cultural, económico y deportivo en Estados Unidos.
Este récord posiciona no solo a Messi, sino también a la MLS, en el radar de los grandes mercados internacionales. En un estado donde el 70% de la población de Miami es de origen hispano, la llegada de Messi ha impulsado la asistencia a los estadios, el consumo de contenidos deportivos en español y las oportunidades para el emprendimiento en torno a la cultura latina. Su impacto se traduce en números: en menos de seis meses, el valor de mercado del Inter Miami se duplicó, y la venta de merchandising oficial rompió todos los registros de la liga.
La llegada de Messi y su efecto en la economía local
La influencia de Messi trasciende el campo de juego. Restaurantes, marcas, startups y plataformas digitales han encontrado en su figura una oportunidad para conectar con una audiencia multicultural, joven y digitalmente activa. El ecosistema emprendedor en Florida, particularmente en Miami, ha capitalizado este fenómeno creando experiencias, productos y servicios ligados al universo Messi, impulsando así la innovación local.
Un dato subraya esta tendencia: en agosto de 2025, las búsquedas en línea relacionadas con “Inter Miami” superaron por primera vez a las del Real Madrid en el sur de Florida, marcando un punto de inflexión para el fútbol estadounidense.
