La historia se inclinó del lado tricolor en una noche que se recordará durante años. En el Mundial Sub-17 celebrado en Indonesia, la selección de México superó a Argentina en una dramática tanda de penales tras empatar 1-1 en el tiempo reglamentario, accediendo así a las semifinales con temple, disciplina y una lección de carácter.
México mostró solidez táctica y capacidad de adaptación. Santiago López anotó el gol argentino al minuto 9, pero el Tri respondió con una ejecución impecable en la segunda mitad, gracias a un tanto de Stephano Carrillo al 29. Lo más destacado llegó en los penales: el arquero José Araiza se convirtió en héroe atajando dos disparos y sellando el triunfo por 5-4.
México Sub-17 demuestra carácter en cada línea del campo
Además de ser un éxito deportivo, el resultado envía un poderoso mensaje sobre la evolución del fútbol mexicano a nivel formativo. En medio de contextos económicos y culturales diversos, ver a jóvenes mexicanos compitiendo de tú a tú con potencias históricas como Argentina despierta una energía que trasciende lo deportivo.
Del mismo modo, este triunfo revive la pasión futbolera que conecta a comunidades hispanohablantes en Miami, donde cada logro de selecciones latinoamericanas resuena en conversaciones cotidianas, negocios y celebraciones. Las emociones compartidas unen a generaciones con historias cruzadas por la migración, el esfuerzo y el orgullo.
Por otro lado, México ya tiene cita para semifinales este martes 18 de noviembre, enfrentando a Mali, una selección que viene de eliminar a Marruecos. La competencia se intensifica, y los ojos del continente están puestos en estos jóvenes que desafían expectativas con cada pase y cada atajada.






