La escena de Washington vuelve a encender alarmas en Estados Unidos tras un ataque que expone las vulnerabilidades de un sistema migratorio que vive una etapa de revisión acelerada. El tiroteo que hirió a dos miembros de la Guardia Nacional ocurrió a pocos pasos de la Casa Blanca y reconfiguró la conversación federal alrededor de seguridad, despliegues militares y controles migratorios.
El país observa cómo la Guardia Nacional se mantiene en patrullaje constante mientras enfrenta mayores riesgos en zonas de alto tránsito. Además, el gobierno federal impulsa nuevas medidas que buscan reforzar la vigilancia ante amenazas que involucran a migrantes provenientes de países clasificados como “de preocupación”.
Guardia Nacional y seguridad federal en el centro del debate
El ataque ocurrió cerca de Farragut Square, donde Rahmanullah Lakanwal disparó a los miembros de la Guardia Nacional Sarah Beckstrom y Andrew Wolfe, ambos originarios de Virginia Occidental. La agresión se ejecutó a corta distancia y de manera directa, lo que autoridades describen como una emboscada. Los dos guardias permanecen en estado crítico y continúan bajo atención médica tras múltiples intervenciones.
El incidente detona reacciones inmediatas dentro del gobierno estadounidense. El presidente Donald Trump anunció el envío de 500 elementos adicionales de la Guardia Nacional a Washington y reforzó su postura de aumentar las medidas de control migratorio. Del mismo modo, USCIS informó una revisión exhaustiva de las tarjetas de residente pertenecientes a migrantes provenientes de países considerados de alto riesgo.
Nuevas políticas migratorias tras el ataque
Investigaciones oficiales confirman que el presunto agresor ingresó al país en 2021 mediante el programa Operation Allies Welcome, diseñado para recibir a ciudadanos afganos tras la retirada militar. También señalan que el FBI identificó vínculos previos del atacante con unidades respaldadas por la CIA en Afganistán. Estos elementos avivan el debate nacional sobre los criterios de admisión y seguimiento de solicitantes de asilo.
En consecuencia, el gobierno federal suspendió temporalmente los trámites migratorios de ciudadanos afganos y anunció la posibilidad de ampliar las restricciones a otros países. Además, el Departamento de Seguridad Nacional reveló que Lakanwal será acusado de tres cargos de asalto con intención de matar mientras portaba un arma de fuego y enfrentará una pena que podría alcanzar 15 años de prisión.
Por otro lado, autoridades capitalinas destacan que los elementos de la Guardia Nacional llevaban a cabo patrullajes destinados a reforzar la presencia de seguridad durante la semana de Thanksgiving. También aclaran que el despliegue tiene un carácter disuasivo y busca reducir incidentes en áreas con alta concentración de residentes y turistas.
El dato final que marca la dimensión del caso surge de la propia fiscalía: actualmente, cerca de 2 200 miembros de la Guardia Nacional se encuentran desplegados en Washington para apoyar labores de vigilancia y control durante eventos de alto impacto en la ciudad.






