Florida cambió la escena pública de un día para otro. Tras un fallo judicial de finales de septiembre, el porte abierto de armas se permite en calles y espacios abiertos. La medida autoriza portar pistolas a la vista y hasta fusiles al hombro, salvo en lugares que lo prohíban expresamente.
El giro legal encontró a las ciudades bajo debate. En Miami circulan imágenes de personas con armas visibles. Para muchos hispanos, el recuerdo de países donde solo la policía porta armas en público alimenta el desconcierto. Vecinos reportan temor y dudas sobre protocolos en comercios y parques.
Porte abierto de armas y cultura cívica
Voces de la comunidad expresan posiciones encontradas. Residentes como Osvaldo Pérez describen escenas que “parecen el lejano Oeste”. Por otro lado, instructores de tiro como Sigfrido Varela piden normalizar la regla y aprender convivencia responsable. Además, comerciantes de armas señalan que la mayoría no exhibe armamento en la calle.
Organizaciones especializadas advierten sobre riesgos. La investigadora Kelly Drane, de Giffords, recuerda que la aprobación de porte oculto sin permiso en 2023 ya preocupó a hispanos de Florida. El porte abierto de armas amplifica esa inquietud. Asimismo, señalan déficits de información en español para familias y negocios.
Por otro lado, la policía de Miami-Dade no reporta cambios claros en los índices de criminalidad desde el cambio normativo. De igual manera, algunos usuarios proarmas rechazan el porte visible por razones tácticas y de seguridad cotidiana.
El debate se cruza con identidad y acceso a la información. El 26 por ciento de los residentes de Florida se identifica como hispano. Más del 22 por ciento de los hogares usa el español como idioma principal en el estado y más del 66 por ciento en Miami-Dade.
